Es el sueño de enseñar artes marciales como me hubiese gustado que me enseñaran.
El corazón de las artes marciales, la unión entre mente cuerpo y espíritu.
Ademas de buscar la máxima eficacia a la hora de defendernos, buscamos el control de la mente y el autoconocimiento.
En estos tiempos de estres y velocidad queremos crear un rincon donde ser nosotros mismos, estar en paz y armonia. Cuidar nuestra salud de manera integral.